Cuando estas en la disyuntiva de
decidir si hacer ejercicios o seguir totalmente inactivo. Cuando ya el cuerpo
comienza a sentirse pesado y ya vas inclinándote a buscar alternativas para
mejorar tu condición. Este artículo
puede darte un apoyo moral y conocimientos para que sigas con esa idea que vienes
manejando, esa de ponerte a tono, de querer sentirte bien y soltar viejos
hábitos que no te han traído los mejores resultados.
Es importante tener en cuenta que
al activar el cuerpo con ejercicios, este genera una serie de procesos, con los cuales el organismo se prepara
internamente para abastecernos de energía y obtenerla de donde sea, lo que hace
que reduzcamos las reservas de grasa, que en reposo no tiene lugar.
Horacio Antonetti, especialista
en Medicina del Deporte y miembro de la Sociedad Argentina de Medicina del
Estrés, explica que la actividad física es un estímulo que activa la respuesta
hormonal para una mejor adaptación física y psíquica. Mientras haces ejercicio,
el cuerpo comienza a activar algunas hormonas para regular tu rendimiento.
Estas funcionan como una guía para medir los efectos del entrenamiento y para
controlar los periodos de recuperación.
La Serotonina es una sustancia que se libera tras realizar
actividad física o ejercicio e influye notablemente en nuestro estado de
ánimo. Genera una sensación de calma que
te aleja de estados depresivos, y además, permite conciliar mejor el sueño y
regular la ingesta de alimentos evitando excesos.
La Dopamina es una hormona que
está vinculada a las adicciones, es la que permite experimentar una sensación
placentera tras hacer ejercicio, lo cual crea un vínculo entre dicho sentimiento
de placer y la actividad realizada, lo que nos insta a seguir activos. Además,
al tener mejores niveles de dopamina tras el ejercicio, se reduce la
dependencia de las fuentes de placer menos saludables, como la ingesta de
dulces, el tabaco u otras drogas.
Las Endorfinas, son las más populares y son aquellas que tras
el ejercicio, nos permiten sentir felicidad, alegría y hasta euforia,
funcionando además como un analgésico natural, pues reduce el sentimiento de
dolor así como la ansiedad y el estrés. Si bien su liberación es inmediata tras
el ejercicio, la felicidad que permiten sentir las endorfinas también son
recordadas por nuestro cuerpo y nos empujan a regresar al movimiento.
Estas hormonas que genera nuestro
organismo han de ser el motivo para comenzar a sentir ese bienestar que genera el ejercicio, si se asume como actividad regular, por
añadidura sentiremos placer, felicidad, relajación y menos ansiedad, estrés y mal humor.
Apuesto a que cuando puedas sentir
que tu corazón bombea con más fuerza, sentirte vivo y consciente de que tu
cuerpo se beneficia y mejora tu calidad de vida. Que esa maravillosa y perfecta máquina creada
por Dios está allí…si, allí para ti… que
siempre ha estado. Date el permiso, dale
la oportunidad de beneficiarte. Actívate! Tu cuerpo siempre espera que lo
hagas, él está dispuesto, eres tú quien debe impulsarlo.
Sin embargo, en una tarea tan
valiosa y sencilla siempre habrá quien se oponga, debes reconocer que es tu
propia mente la que tiene la posibilidad de sabotear tu propósito. Pues no le
des tregua que tu motivo sea mayor que las excusas que pondrá tu mente.
Tu cuerpo es agradecido, no importa el momento
que lo decidas… él está allí listo para el momento en que emprendas nuevo
hábitos que redundaran en tu propio beneficio…
El principal motivo es sentirnos
bien con nosotros mismos… es estar
felices de cómo somos! Entonces… Manos a la Obra!
Hay mucho que ganar y poco que perder
cuando se trata de conocer y de mejorar a ese maravilloso y por siempre
compañero que es nuestro cuerpo!!
Nos vemos en la próxima entrega.
Yanibu