martes, 11 de abril de 2017

Cuerpo y Mente aliados para emprender el cambio

Cuando estas en la disyuntiva de decidir si hacer ejercicios o seguir totalmente inactivo. Cuando ya el cuerpo comienza a sentirse pesado y ya vas inclinándote a buscar alternativas para mejorar tu condición.  Este artículo puede darte un apoyo moral y conocimientos  para que sigas con esa idea que vienes manejando, esa de ponerte a tono, de querer sentirte bien y soltar viejos hábitos que no te han traído los mejores resultados. 
Es importante tener en cuenta que al activar el cuerpo con ejercicios, este genera  una serie de  procesos,  con los cuales el organismo se prepara internamente para abastecernos de energía y obtenerla de donde sea, lo que hace que reduzcamos las reservas de grasa, que en reposo no tiene lugar.
Horacio Antonetti, especialista en Medicina del Deporte y miembro de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés, explica que la actividad física es un estímulo que activa la respuesta hormonal para una mejor adaptación física y psíquica. Mientras haces ejercicio, el cuerpo comienza a activar algunas hormonas para regular tu rendimiento. Estas funcionan como una guía para medir los efectos del entrenamiento y para controlar los periodos de recuperación.
La Serotonina  es una sustancia que se libera tras realizar actividad física o ejercicio e influye notablemente en nuestro estado de ánimo.  Genera una sensación de calma que te aleja de estados depresivos, y además, permite conciliar mejor el sueño y regular la ingesta de alimentos evitando excesos.
La Dopamina es una hormona que está vinculada a las adicciones, es la que permite experimentar una sensación placentera tras hacer ejercicio, lo cual crea un vínculo entre dicho sentimiento de placer y la actividad realizada, lo que nos insta a seguir activos. Además, al tener mejores niveles de dopamina tras el ejercicio, se reduce la dependencia de las fuentes de placer menos saludables, como la ingesta de dulces, el tabaco u otras drogas.
Las Endorfinas,  son las más populares y son aquellas que tras el ejercicio, nos permiten sentir felicidad, alegría y hasta euforia, funcionando además como un analgésico natural, pues reduce el sentimiento de dolor así como la ansiedad y el estrés. Si bien su liberación es inmediata tras el ejercicio, la felicidad que permiten sentir las endorfinas también son recordadas por nuestro cuerpo y nos empujan a regresar al movimiento.
Estas hormonas que genera nuestro organismo han de ser el motivo para comenzar a sentir ese  bienestar que genera el ejercicio,  si se asume como actividad regular, por añadidura sentiremos placer, felicidad, relajación  y menos ansiedad, estrés y mal humor.
Apuesto a que cuando puedas sentir que tu corazón bombea con más fuerza, sentirte vivo y consciente de que tu cuerpo se beneficia y mejora tu calidad de vida.  Que esa maravillosa y perfecta máquina creada por Dios está allí…si, allí para ti…  que siempre ha estado.  Date el permiso, dale la oportunidad de beneficiarte. Actívate! Tu cuerpo siempre espera que lo hagas, él está dispuesto, eres tú quien debe impulsarlo.
Sin embargo, en una tarea tan valiosa y sencilla siempre habrá quien se oponga, debes reconocer que es tu propia mente la que tiene la posibilidad de sabotear tu propósito. Pues no le des tregua que tu motivo sea mayor que las excusas que pondrá tu mente.
Tu  cuerpo es agradecido, no importa el momento que lo decidas… él está allí listo para el momento en que emprendas nuevo hábitos que redundaran en tu propio beneficio…

El principal motivo es sentirnos bien con nosotros mismos…  es estar felices de cómo somos! Entonces… Manos a la Obra!



Hay mucho que ganar y poco que perder cuando se trata de conocer y de mejorar a ese maravilloso y por siempre compañero que es nuestro cuerpo!! 

Nos vemos en la próxima entrega. 
Yanibu

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